Menos mal que entre bostezo y bostezo nos hemos entretenido con los ascensos de la Real Sociadad y el Levante, así como con la angustia de Hércules y Betis por ascender y la de media docena de equipos por no descender. Y digo lo de los bostezos porque el Mundial sudafricano está dejando bastante que desear hasta el momento. De no haber sido por la derrota de Serbia (no olvidemos que Del Bosque dijo de la selección de Radomir Antic que podía ser una de las sorpresas) es como si no hubiésemos visto nada hasta ahora. Curiosamente, los serbios son los primeros que pueden decir adiós al Mundial y lo pueden decir el viernes próximo. Juegan contra Alemania, por lo que pueden batir un récord de velocidad, el de la eliminación más rápida de la historia.
Argentina no ha aportado nada, ni siquiera los jugadores que a todos nos interesaban (Messi, Di María, Higuaín, Mascherano, Tévez…) y mucho menos Inglaterra. Rooney, llamado a ser una de las grandes estrellas del certamen, aún no ha aparecido. El Argelia-Eslovenia, que se jugaba a la hora del aperitivo, no creo que tuviera más de cien espectadores en toda España, sin contar a los aficionados del propio país.
Nada dijo el Alemania-Australia, si acaso que FIFA debería replantearse lo de dar un puesto a Oceanía así por las buenas. Si en ese continente no hay buenos equipos, pues que no vayan al Mundial y punto. Habría que erradicar de una vez por todas la Fórmula Villar, o sea, eso de permitir la entrada de equipos que pueden aportar votos para ganar unas elecciones. Pese a la goleada, los alemanes no brillaron a nivel individual. Antes al contrario, se vio que Klose está para entrar en boxes.
Ojalá el Holanda-Dinamarca nos abra el apetito, porque ya se encargará el Italia-Paraguay de quitarnos las ganas de cenar. Se está haciendo eterna la espera del España-Suiza, caramba.
P.D. Mi enhorabuena a Sandro Rosell. Se demuestra que el barcelonismo estaba hasta las narices de Laporta y el laportismo. Que tire de la manta.